jueves, 16 de abril de 2009

El comienzo de una nueva confusion

Pueden tus mañas volver a mi, no hizo falta mucho. El cuerpo tiene memoria así como mis manos de las tuyas.
Tu presencia me altera semejandose a cuando los sonidos van traspasando las puertas. Sin formas pero delicados se escabullen filtrándose en la firmeza una coraza impenetrable que aloja el mas paradigmático cascabel. Reflejarme en tus ojos es aquello que por las mañanas busco. Ya no me es tan fácil, ¿pero acaso alguna vez lo fue?.
No puedo no seguir intentándolo, no puedo entenderte. No quiero dejar de pensar en vos, pero tampoco puedo seguir ocultándome, destrozándome, asfixiandome.
Es tan simple lo que siento que me aterra pensarlo. Otra vez volver a caer en tus caprichos me quebrará, otra vez no tendrás piedad. Irresistible dominar mi tentación, como engañar a mis sentidos para alejarlos de esa esencia propia de tu ser que va mas allá de la sublevación de tu arrogante perfección que no adjudico en mi ilusión.
Respiramos el mismo aire y estuvimos tan cerca que sentimos el herdor de nuestros secretos, de nuestras intenciones, de nuestra sexualidad alborotando por los poros.
Es nefasto como en un día de luna llena las flores por la espalda pueden apuñalarte; si no comprendo tus señales acabaras con todos mis valores y al saciarte me derrocharas para que nada quede por encontar.
Vaciame hasta la incompletidad siempre daré mas con tal de en tus ojos reflejar.