sábado, 2 de mayo de 2009

El cotidiano primero de mayo

No quiero respirar el aliento del hoy, quiero reencarnar exactamente en un año atrás.
Como el viento las esperanzas vienen y van, las mías ya se agotaron y todos los intentos posteriores a aquel triunfo convertido en condena yacen tranquilos en la punta de mis yemas. Por este segundo no voy a bajar la cabeza, no quiero ver lo que hay mas allá de mi ombligo, no es aquello que espero, de todas las victorias este fue el castigo por no entender lo simple y querer compensarlo con ilusiones baratas. Alguna vez un aire toxico y penetrante fluyo por mí desperdiciándome.
Como se corroen los sentimientos por un desprevisto viento. ¿Son realmente necesarios los finales? No son lo suficientemente buenos los principios sin fin, que hubo que contaminarlos con deficientes apocalipsis.
No somos lo suficientemente buenos propios como para impedir que respiremos. No somos lo suficientemente poseídos como para impedir que nos alejemos. No somos lo suficientemente libres como para impedir depender del otro. Es demasiada la confusión que siento, raíces, peces, ramas, pájaros y gatos enriedan mi cabeza, el ruido del silencio no me deja dormir y hace un año que te conseguí y perdí.
Ahora soñar es el único alivio capaz de llevar adelante este karma de verte y no reconocerte. Océanos de mentiras nos separan, y cuando el agua empieza a subir hasta el pez se olvida de cómo sobrevivir.Solo queda aceptar y actuar natural como si jamás se me haya desprendido una hebra de ti.
Finjamos con tanta naturalidad hasta que el engaño se apodere de mis hilos y lo viva.Solo así me convenceré de por fin de mi mente dejarte ir y volver con los pies sobre la oscura tierra llena de maldad a embocar un segundo de paz. Entonces busco en tus ojos reflejar.